No es ningún secreto que los paseos por la naturaleza me recargan muchisimo las pilas. Es mi manera de deshacerme del estres acumulado a lo largo de la jornada. Entre semana, aunque lo intento, no siempre queda mucho tiempo, ni ganas a veces, de disfrutar de ellos tanto como me apetecería. Cuando esto ocurre, intento resarcirme los fines de semana.
Sea cuando sea que tengo oportunidad de dar uno de esos paseos, si entre semana, en fin de semana o en vacaciones, casi siempre llevo conmigo mi teléfono. No por qué, cual adolescente no pueda vivir despegada del teléfono ni un rato, si no por su cámara fotográfica.
Y es que me gusta ir "capturando" las imágenes de lo que me voy encontrando por el camino, de lo que me parezca bonito o de lo que me llame especialmente la atención. Y aunque las mejores imagenes sean las que se quedan en nuestra memoria, de vez en cuando me gusta volver a pasar revista a esos momentos, capturados con la cámara del teléfono.