lunes, 22 de septiembre de 2025

El mito del "momento perfecto" para empezar


Hoy me ha dado por reflexionar sobre esa tendencia que tenemos a esperar a que llegue ese momento perfecto para empezar con algo. ¿Cuántas veces nos hemos prometido a nosotros mismos que el lunes empezamos con la dieta y que a partir de enero (o de septiembre) nos pondremos en serio con lo ir al gimnasio? ¿Por qué nos empeñamos en que todos los planetas tienen que estar perfectamente alineados para empezar con ese proyecto que llevábamos tanto tiempo rumiando? 

De alguna manera caemos una y otra vez en esa treta del calendario que nos hace creer que días mágicos que nos darán la motivación y energía necesaria con un sólo movimiento de varita. Estamos convencidos de que ese uno de enero o el inicio de una nueva semana nos otorgarán una especie de "borrón y cuenta nueva". Pero en el fondo es una trampa, reconfortante porqué nos la la ilusión de control, pero trampa al fin y al cabo. Por mucho que procuremos autoconvencernos de que será más fácil y no habrá ni obstáculos, ni distracciones, ese momento perfecto no existe. 

La vida no se va a detener para darte el espacio que tu crees necesitar para empezar. Los comienzos no van así, son torpes, ruidosos y a menudo completamente desordenados. Pero ¿Y qué? 

¿Quieres empezar a hacer ejercicio? Hazlo sin importar si es un martes de mayo, no esperes a que sea un lunes o a que comience septiembre. 

¿Quieres aprender algo nuevo? Probablemente tengas tu primera sesión de estudio con la casa patas arriba y las notificaciones del móvil sin parar de sonar ¿Y qué? 

¿Has decidido que quieres comer más sano? Quizás empieces un jueves y cuando te vas a preparar tu primera comida saludable te des cuenta de que te faltan algunos ingredientes. 

La parte realmente importante no es la perfección, si no el comienzo. Conseguir dar ese primer paso sin importar lo que creemos es caos. 

¿Qué tal si en lugar de esperar el "momento perfecto" aceptamos que a veces también hay desorden?

Aceptemos el desorden. Admitamos que la vida puede ser caótica: Si no tenemos un lienzo en blanco para empezar, podemos pintar sobre el que tenemos.  

Celebremos también los pasos pequeños, empecemos con algo diminuto y no nos exijamos perfección desde el principio. ¿Qué hoy sólo has podido caminar 10 minutos? ¡Genial! Has escrito un párrafo? ¡Estupendo, por algo se empieza! No olvides que cada pequeño detalle cuenta. 

Sea lo que sea, hoy es ese "momento perfecto" con todo su desorden y todas sus imperfecciones. Deja de esperar a que sea el momento ideal o de vincularlo a una fecha determinada.. En este preciso instante, es cuando tienes la oportunidad de empezar, de intentarlo y si fallas, de aprender. 

Ten en cuenta que los comienzos torcidos muchos son los más valiosos. No están construidos de ilusiones sin más, si no de valentía.. Son una declaración de que estás dispuesto a avanzar independientemente de las circunstancias.

Así que, si estás esperando el momento perfecto para empezar con algo, déjame decirte con mucho cariño, que ya está aquí. 

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