domingo, 30 de junio de 2024

¿Sabes cual es el dolor más doloroso?

No hace mucho, leí una pseudo noticia de esas medio "tontas" que te suelen salir en forma de "click bait" (si, si, también yo caigo en esos enlaces de vez en cuando. 

En ese artículo, que por cierto era corto a más no poder supongo que para promocionar un podcast, habían trasladado precisamente la pregunta que da título a este post a un médico anestesiólogo especialista en tratamiento del dolor crónico y la respuesta bajo mi punto de vista fue simple, pero genial. Según este Dr., "El dolor más doloroso es el que padeces tú". Poco importa en esa escala de dolor que lo que te duela sea un padrastro, una neuralgia o un mal de amores, puesto que si ya es malo que te duela, si además te duele en soledad, o que te duela y que no te crean, genera más sufrimiento emocional que el dolor físico en sí.

Pero dejando de lado que fuese un "click bait" y que por lo tanto el articulo fue de todo, menos de calidad, el mensaje en sí, me hizo reflexionar. Pues cuando el dolor es el nuestro, ya sea un dolor físico o emocional, es cierto que en el fondo nos es de poca ayuda si alguien nos dice que lo entiende o, aún peor, nos intenta "consolar" diciendo que "eso no es nada y que enseguida estaremos como nuevos", en los momentos pico de nuestro dolor éste siempre nos va a parecer el más grande. No creeremos que nadie lo pueda comprender realmente.  

Aunque es cierto que cada uno de nosotros siente su propio dolor como el peor, también es cierto que la empatía y la conexión humana pueden hacer maravillas. Saber que alguien está dispuesto a escucharnos, a entendernos (aunque  sea un poquito) y a estar ahí para nosotros puede hacer que percibamos nuestro dolor como un poquito  menos abrumador.

Sabiendo eso, la próxima vez que alguien nos hable de su dolor de muelas, en lugar de compararlo con lo más que lo pasamos aquella vez que estuvimos con ciática, deberíamos intentar recordar que, en ese momento, para esa persona, su dolor es el más doloroso del mundo mundial. 

viernes, 14 de junio de 2024

El momento es ahora

No hace mucho y cómo regalo atrasado de cumpleaños, me invitaron a un monólogo de un humorista que me gusta bastante y que venía a mi localidad.  Disfruté del espectáculo como una enana, lloré lagrimas de risa y me lo pasé "pipa", como se suele decir. Pero, además de sus momentazos de humor y risa, este monólogo en particular también era quizá uno de los más íntimos del humorista con paréntesis, frases y planteamientos que dan pie reflexionar en profundidad sobre cosas a las que en nuestro día a día quizá no les demos toda la importancia que realmente tienen. 

En uno de esos muchos momentos de reflexión hablaba sobre el valor incalculable del tiempo, de como pasa ante nuestros ojos a la velocidad del rayo al más puro estilo de las famosas frases de tipo "Un día eres joven y al otro haces tal o cual cosa". Apenas acabábamos de celebrar nuestro cumpleaños con el que estrenábamos una década y en un abrir y cerrar de ojos vamos por el cumpleaños 40, 50, 60 ...  

Conforme va pasando el tiempo ¿Cuántas veces no tenemos tiempo para esas cosas que realmente queremos hacer? ¡Demasiadas! Ya sea hacer un viaje, visitar a ese amigo al que hace tiempo que no vemos, aprender un idioma o simplemente tomar un café con las personas a las que queremos. Demasiadas veces no se puede porque  no hay tiempo. O eso creemos, pero no tenemos en cuenta que el tiempo es implacable y no espera a nadie. 

Muchas veces nos quedamos esperando el momento perfecto y no, no es  esa la manera. Más bien, debemos intentar parar un momento, darnos ese tiempo que de lo contrario pasará de largo cómo un soplo y hacer nuestro el titulo de este post procurando que el momento sea ahora. 

El valor de las pequeñas cosas

Cuando voy de camino al trabajo, al menos ahora en los meses de verano, prácticamente todas las mañanas y durante un pequeño trecho del cami...